Esta nueva normalidad nos ha llevado a cambiar hábitos, estrategias y hasta infraestructura para protegernos a nosotros y a todos los que nos rodean, en el tema del Aire Acondicionado, se han de realizar adecuaciones para permitir un mejor flujo de aire y delimitar los espacios físicos.
Encontramos este artículo en la revista Mundo Hvacr, chequen lo que nos dice al respecto:
1. Filtros de aire
El estándar recomendado por la industria de la construcción, así como las directrices de gobiernos como el de Estados Unidos, recomiendan el uso de filtros de aire que cumplan unos requisitos mínimos, como el del United States Department of Energy que recomienda un Minimum Efficiency Reporting Value (MERV) –Valor de eficacia mínima a reportar, en español– de 13, según lo estipulado en el protocolo de ensayo ASHRAE
Para lograr un método eficaz de retención del virus, es aconsejable utilizar MERV 14-16, empleado regularmente en cuartos limpios. Es recomendable el consejo de un profesional para saber cuál es el MERV más alto que se puede manejar de manera confiable sin dejar caer el volumen de aire que lo atraviesa, ya que podría ser contraproducente.
El estándar más reciente y ampliamente recomendado es el ISO-16890-1:2016. Esta norma sustituye a la actual norma europea EN779-2012 y a la estadounidense AHSRAE 5.2.2. Su entrada en vigor fue en 2018 y esta clasificación se determina ahora con partículas finas cercanas a la realidad, la que se utiliza para evaluar la contaminación del aire.
Esta normativa se enfoca en la eficiencia del filtro versus el tamaño de partícula, en concentraciones de partículas mayores o iguales al 50 por ciento:
1 μ (micrón) = 0,001 mm (= PM1)
2,5 μ = 0,0025 mm (= PM2.5)
10 μ = 0,01 mm (= PM10)
Es decir:
- ISO Grueso ePM10 <50 por ciento (arena, pelo) ISO ePM10: ePM10 >50 por ciento (polen, polvo del desierto).
- ISO ePM2.5: ePM2.5 >50 por ciento (bacterias, hongos, esporas de moho, polen).
- ISO ePM1: ePM1 >50 por ciento (virus, partículas de gases de escape, nanopartículas).
Los hospitales y las instalaciones de atención médica tienen sistemas especialmente diseñados con niveles de filtración apropiados. Además, utilizan otras estrategias de control y sistemas (lámparas UV, controles de humedad, controles de flujo de aire) para maximizar el beneficio de la filtración.
Se ha demostrado que un sistema UV bien diseñado y con el mantenimiento adecuado, junto con la filtración, el control de humedad y el flujo de aire correcto, reduce las infecciones por otros virus. Los detalles del equipo son muy importantes (accesorios, tipo y colocación de la lámpara, cantidad de flujo de aire, mezcla, etcétera). Es importante resaltar que instalar UV a un sistema existente sin considerar los demás factores no garantiza lograr beneficio alguno.

2. Ventilación
La renovación del aire interior de un edificio es necesaria e imprescindible. A través de ella es posible mantener los niveles admisibles de concentración de contaminantes presentes en el aire, que se generan por el desarrollo de cualquier actividad humana o de otra índole. En general, las condiciones de calidad de aire interior (CAI) de diseño consideran la temperatura y humedad relativa necesarias para el confort, que a su vez dependen de factores como la actividad metabólica que desarrollan las personas ocupantes del edificio, su grado de vestimenta y la época del año (verano/invierno).
Los cambios de aire por hora (ACH, por sus siglas en inglés) son una forma de medir la renovación del aire en un volumen dado por unidad de tiempo. Se expresa en m3/h, o en porcentaje de volumen renovado por hora. Este último proceso puede hacerse naturalmente mediante corrientes entre aberturas en paredes y cubiertas. En los espacios con buenos sistemas de ventilación los cambios de aire por hora alcanzan a un 63 por ciento del volumen por hora (0.63 ACH).
Se citan algunos ejemplos como referencias paramétricas:
En España, según el DIN 1946 se consideran los siguientes parámetros:
Figura 2. Parámetros de renovación de aire. Fuente: ingemecanica.com/
En México, según la NOM-001-STPS-2008:
“Para locales de los centros de trabajo, tales como oficinas, cuartos de control, centros de cómputo y laboratorios, entre otros, en los que se disponga de ventilación artificial para confort de los empleados o por requerimientos de la actividad en el centro de trabajo se recomienda que la renovación del aire no sea inferior a 5 veces por hora”.